Historia Parroquial
Introducción
La Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Naguabo es un testimonio vivo de fe, cultura y tradición en la costa este de Puerto Rico. Su historia no sólo refleja el crecimiento espiritual de la comunidad, sino también la evolución social, urbana y cultural de Naguabo como pueblo.
Orígenes y fundación del pueblo
El origen de este pueblo se remonta al surgimiento en torno a una humilde ermita, perteneciente a los hatos Río, Cayures y Peña Pobre, en los últimos años del siglo XVIII. En dicho templo inicial se veneraban como patronos a la Virgen del Rosario y a San Juan Nepomuceno, mártir de Bohemia, cuya devoción pudo llegar con los pobladores catalanes por la influencia de aquellos originarios del sur de Francia.
Los vecinos que vivían en estancias agrícolas y ganaderas comenzaron a asentarse en el incipiente caserío urbano, que se organizó oficialmente como pueblo en el año 1794.
El terreno donde se inició el poblamiento, entre las quebradas Cecilia y La Fe, era inhóspito y muy quebrado; los cerros y pantanos impedían el trazado uniforme de calles convergentes a una plaza, como dictaba la urbanística de la época.
Con el paso de los años, la ermita original se fue deteriorando y, aunque en 1799 se dio sepultura intramuros a un noble francés en el tramo principal de la ermita, las condiciones del cementerio y del terreno eran lamentables.
Edificación del templo parroquial
El actual templo, ubicado en el centro del pueblo, data del siglo XIX. El edificio fue levantado en 1856 con modificaciones en 1858 por el ingeniero Mariano Bosch; su tejado original de madera fue reemplazado entre 1913 y 1921.
La parroquia se convierte entonces en eje de la comunidad: no solo espacio de culto sino también de educación, cultura, celebración y solidaridad.
Patrones de la parroquia
-
La Virgen del Rosario: patrona principal, motivo de devoción profunda, fiesta litúrgica en octubre.
-
San Juan Nepomuceno: co-patrón mártir, cuya advocación protege al pueblo de inundaciones según la tradición local.
Ambos patronos reflejan el carácter mariano y el sentido de protección de la comunidad frente a los desafíos naturales y sociales.
Realidad cultural y vida parroquial
La parroquia ha sido y es un centro cultural además de espiritual. En su entorno se han desarrollado tradiciones propias de Naguabo: procesiones, novenas, fiestas patronales, música popular, y una participación activa de la feligresía en la conservación del templo y en la vida comunitaria.
Se alza junto a la hermosa plaza pública del pueblo, que cuenta con fuentes, árboles y una arquitectura urbana que habla del pasado y de la continuidad del presente.
Asimismo, la parroquia acompaña las comunidades rurales y los barrios a través de sus capillas filiales, extendiendo la misión evangelizadora a toda la municipalidad.
Pertenencia eclesiástica
La parroquia, en su historia, formó parte de la antigua jurisdicción de la Diócesis de Caguas; hoy pertenece a la Diócesis de Fajardo‑Humacao, lo que refleja la reorganización eclesial del territorio y su actualización al servicio pastoral de la región.
Llamado pastoral
En este tiempo, la parroquia invita a la comunidad a caminar juntos bajo la protección de la Virgen del Rosario y de San Juan Nepomuceno, viviendo la fe en el servicio, la fraternidad y la misión. Que este templo siga siendo lugar de encuentro, esperanza y renovación para Naguabo y su gente.
![]() | ![]() | ![]() | ![]() |
|---|---|---|---|
![]() |




